Oven en gasfornuis ontvetten: 10 duurzame tips voor een blinkend schone keuken

Desengrasar horno y cocina de gas: 10 consejos sostenibles para una cocina relucientemente limpia

¿Tu horno también tiene esas características manchas negras quemadas y tu cocina de gas parece que ha sufrido una explosión de grasa? ¡No estás solo! Como madre que adora los platos al horno (pero un poco menos la limpieza después), a menudo he mirado con un suspiro esa puerta del horno pegada. Por suerte, con el tiempo he aprendido que desengrasar el horno y la cocina puede ser bastante sencillo y sostenible. Con unos cuantos consejos inteligentes – y sin llenar toda tu casa de vapores tóxicos – dejarás tu cocina impecable. 🤗

¿Por qué limpiar de forma sostenible? Bueno, además de que es mejor para el medio ambiente (¡y para tus pulmones!), muchos remedios naturales funcionan sorprendentemente bien. Además, te ahorras caros limpiadores químicos para hornos. En este artículo comparto mis 10 consejos y trucos verdes favoritos para desengrasar a fondo el horno y la cocina. Ponte los guantes de limpieza (o en realidad, ni siquiera siempre es necesario) y ¡empecemos!

1. Preparación es la mitad del trabajo

Antes de ponerte manos a la obra con buen ánimo, asegúrate de una buena preparación. Saca las rejillas del horno y las tapas de los quemadores de tu cocina de gas. Deja estas piezas en remojo en agua caliente con detergente para platos o un limpiador multiusos ecológico. Remojar hace que los restos de comida y grasa pegados se suelten mucho más fácil, así que luego tendrás que fregar menos. ¡Eso ahorra fuerza y productos de limpieza!

2. Haz un potente remedio casero

¿Sabías que con simples ingredientes de cocina puedes hacer un desengrasante excelente? Mezcla unas cucharadas de baking soda (bicarbonato de sodio) con un poco de agua hasta formar una pasta cremosa. Aplica esta pasta sobre las manchas pegadas en tu horno y déjala actuar media hora. El baking soda es un abrasivo natural que afloja la grasa y la suciedad sin vapores dañinos. Puedes usarlo generosamente en las paredes y la puerta del horno. Si no tienes baking soda a mano, el bicarbonato de la tienda también funciona. Esta pasta casera es barata, no tóxica y te ahorra mucho limpiador químico para hornos.

3. Usa una pasta de limpieza suave pero efectiva

Para las capas de grasa realmente difíciles, juro por la pasta de limpieza The Pink Stuff. Esta pasta milagrosa es 99% natural y conocida por su potente acción contra la suciedad y la grasa. Aplica un poco de The Pink Stuff en una esponja húmeda y frota las manchas en tu horno o cocina. Deja actuar un momento y luego limpia. Te sorprenderá cómo la suciedad pegada se disuelve, sin químicos agresivos. Bonus: The Pink Stuff tiene un olor neutro y no deja residuos químicos en tu horno, lo cual es genial cuando vuelves a cocinar.

4. Fregar sin rayar

Fregar a veces es inevitable al limpiar horno y cocina, pero elige la herramienta adecuada. Una estropajo puede rayar el esmalte o el acero inoxidable. Mejor usa una esponja inteligente como la esponja Scrub Daddy. Esta alegre esponja amarilla se pone dura en agua fría (ideal para las partes pegadas) y suave en agua caliente (para suciedad ligera). Es súper efectiva pero suave con la superficie, así que no raya el cristal del horno ni la placa de cocina. Usa el lado suave o un paño de microfibra para partes delicadas y el lado firme para el queso quemado de la pizza en el horno. ¿A que fregar se vuelve más divertido con esa carita sonriente en tu mano?

5. No olvides el cristal del horno y la cocina misma

Esa puerta del horno, sí, también hay que limpiarla. Por suerte, puedes dejar el cristal transparente con un truco sencillo: una pasta de baking soda y un chorrito de vinagre. Aplica sobre el vidrio, deja que burbujee y limpia – ¡hola transparencia! Para la cocina: quita las rejillas y limpia toda la superficie superior con agua jabonosa caliente. ¿Manchas de grasa difíciles en la cocina? Rocía un poco de un buen limpiador de cocina, por ejemplo el desengrasante Fabulosa Spotless Kitchen, deja actuar y limpia. Este spray Fabulosa es efectivo contra la grasa pero no contiene lejía con cloro, ideal en hogares con niños o mascotas. Ventaja: tu cocina olerá a frutas exóticas frescas en lugar de amoníaco. 🍏✨

6. Ataca los quemadores y rejillas

Mientras el horno está con su mascarilla de baking soda, puedes limpiar las piezas de la cocina de gas. Ya has remojado las tapas de los quemadores y las rejillas. Usa un cepillo suave o una esponja para fregar. La suciedad pegada se suelta fácilmente ahora. Enjuaga con agua caliente y seca bien para evitar óxido. Si quedan manchas, puedes usar un poco de la pasta The Pink Stuff o unas gotas de detergente para platos. Una esponja Scrub Mommy (con lado suave y abrasivo) es ideal aquí: el lado suave para manchas ligeras, el abrasivo para costras – sin rayar. Enjuaga y seca todo y tus piezas de cocina quedarán como nuevas.

7. Enjuaga y seca

¿Has quitado toda la suciedad? ¡Genial! Ahora elimina todos los restos de productos de limpieza. Toma un paño limpio de microfibra (uno que puedas reutilizar en lugar de papel de cocina desechable) y un cubo con agua tibia. Sumerge el paño y escúrrelo. Limpia bien el horno y la cocina para que no queden restos de soda, vinagre o pasta de limpieza. No olvides las esquinas y bordes. Luego seca todo con un paño seco. Enjuagar y secar previene rayas y evita que queden residuos que al calentarse puedan humear o oler mal. Unos minutos extra de trabajo, pero realmente la diferencia entre “limpio” y “impecable”. ✨

8. Desengrasante sostenible de tu propia cocina

Volviendo a los productos: has visto que vinagre, baking soda y The Pink Stuff funcionan muy bien. Así evitas los agresivos limpiadores tradicionales llenos de lejía y sosa cáustica. Bueno para el medio ambiente y para ti – nadie quiere fregar con ojos llorosos por vapores irritantes. Y otro consejo: si se acaba tu pasta casera de baking soda pero aún hay grasa, una gota de detergente ecológico para platos o un chorrito de jabón verde en agua tibia suele hacer maravillas como desengrasante sostenible. Simple, barato y ahorras otro spray químico.

9. Haz tu propio spray (¡recarga!)

¿Tienes un spray vacío de un limpiador de cocina viejo? No lo tires, ¡reutilízalo! Por ejemplo con una mezcla de mitad agua, mitad vinagre natural y una cucharadita de jugo de limón o aceite esencial para un aroma agradable. Ideal como spray desengrasante diario para tu cocina después de cocinar. ¿Prefieres una solución lista pero concentrada? Prueba The Pink Stuff Power Drops. Son gotas concentradas de limpieza: mezclas un poco de concentrado con agua en un spray y listo – un desengrasante potente y ecológico, sin comprar botellas nuevas de plástico cada vez. Así ahorras dinero y residuos plásticos. Limpiar de forma sostenible puede ser tan fácil.

10. La constancia vale la pena

Finalmente, quizás el consejo más importante: mantén una rutina. Suena aburrido, pero en serio, pasar un paño regularmente por tu horno y cocina evita capas gruesas pegadas después. Pasar un trapo tras cada uso (o si no, una vez a la semana) te ahorra una gran sesión de limpieza. Cambia a tiempo el papel de aluminio o la bandeja de goteo si usas. ¿Se derrama algo en la cocina? Límpialo de inmediato con un paño tibio y unas gotas de limpiador multiusos. Cuanto menos tiempo tenga la grasa para pegarse, más fácil será quitarla. Tu yo futuro te lo agradecerá – ¡y tu horno también!

Conclusión: limpiar un horno y una cocina no tiene por qué ser una tarea dura. Con productos naturales como baking soda y vinagre, productos inteligentes como The Pink Stuff y ayudas prácticas como la Scrub Daddy dejarás tu cocina reluciente sin químicos agresivos. Y seamos sinceros, ¿no es mucho más divertido cocinar en una cocina limpia? 😊 Así que abre esos armarios, mezcla tus propios productos o usa tus productos de limpieza sostenibles, y transforma ese horno de “ay” a “wow”! ¡Que disfrutes limpiando – y no olvides premiarte después con algo rico salido de ese horno reluciente! 🍪


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